¿Bajar o subir impuestos?

Hay que agradecer a la menor actividad del mes de agosto la reducción de titulares y conferencias por parte de los dirigentes de los partidos sobre la fiscalidad en España. Lo que comúnmente conocemos como subir o bajar impuestos. Podríamos entrar en un análisis técnico  de la carga fiscal española, es decir , de lo que suponen nuestros ingresos fiscales en porcentaje sobre nuestro PIB (una cifra inferior a la de los países de Europa con los que nos solemos comparar, por cierto) y de su distribución entre imposición directa e indirecta; pero eso ya lo trataremos en otro post, en su caso. Lo que sorprende últimamente es que la mayoría de las reflexiones sobre la fiscalidad que se pueden escuchar, además de mostrar escaso soporte técnico, parecen enfocadas a lo que cada uno individualmente (ya seamos empresa o particular) aportamos a la Hacienda Pública  y nuestro consiguiente “sacrificio” por prescindir de esos recursos financieros. Se centran en nuestra parte emotiva como pagadores y obvian lo que se financia con esos ingresos ¿por que se olvida lo que realmente supone un sistema fiscal en una sociedad desarrollada? Nadie se pregunta ¿en qué sociedad quiero vivir?

Personalmente espero poder vivir, trabajar y disfrutar de mi ocio, en una sociedad ética y volcada en la verdadera igualdad de oportunidades. Una sociedad que proporcione una excelente educación a todos, con independencia de su nivel de renta; que proporcione una buena sanidad a todos, con independencia de su nacionalidad; que proteja a los débiles y ofrezca cultura de calidad…y, en otro nivel de operatividad, con buenas infraestructuras, un sistema judicial que garantice la libertad, etc. Evidentemente, eso hay que pagarlo, y se paga con los impuestos. Y si para sostenerlo hace falta una reforma fiscal que implique una subida de la recaudación, bienvenida sea. Por supuesto, es una elección de todos, pero se agradecería que nos lo preguntasen con mayor claridad. Creo que podríamos pedir que cuando hablen de impuestos nadie olvide consultarnos en qué sociedad queremos vivir y cómo preferimos financiarla.

En nuestra situación de hoy, yo quiero que se modifique la fiscalidad (que suban los impuestos, como se comunicaría popularmente) porque me parece más importante poder financiar educación, sanidad, dependencia y lucha contra la desigualdad desde lo público con calidad que pagar menos impuestos (y por supuesto, conozco la “famosa” curva de Laffer)

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