Reformas estructurales asimétricas

Llevo dos semanas leyendo todo tipo de análisis económicos, y no cabe duda que el mayor elemento de preocupación hoy vuelve a ser Europa (mejor dicho, la Eurozona). No voy a aburrir al lector con la creciente inquietud sobre los riesgos de que entremos en una situación de deflación, si alguien no lo remedia (esperemos que mañana el BCE eche una mano, y no al cuello). De mis lecturas, voy a centrarme en algo tan pueril, pero a veces tan esclarecedor, como es la terminología. Dos expresiones que se repiten como un mantra: reformas estructurales y asimetría. Dos eufemismos, perdonen la expresión, cansinos. Reformas estructurales. ¿Hace falta que explique qué son? Seré breve. Cambios en las condiciones de funcionamiento (e incluso contractuales), de determinados factores productivos o del entorno económico. ¿De todos? Me temo que no. Son reformas estructurales cuando el que se tiene que apretar el cinturón es uno, pero no su vecino de al lado. Esa es la virtud de este eufemismo, se usa solo cuando conviene. Es sabido que los factores productivos, que más condicionan la competitividad empresarial, son los costes laborales, los costes del capital, los energéticos y los relacionados con el Estado (impuestos, regulación…). ¿Por qué los costes laborales son tan importantes, cuando el coste de la energía o el de financiación son más relevantes en la mayoría de los procesos industriales modernos? Todos asumimos, gracias a la habilidad de comunicación de nuestros políticos, que reformas estructurales son solo aquellas que reducen uno de los costes antes citados (ya sabemos cuál). ¿Y el resto? Nadie los suele citar, al menos con la misma vehemencia. Sobre todo cuando, tras tantas reformas, unos europeos se siguen financiando anormalmente bien, y otro anormalmente mal, por ejemplo. Eso sí que es asimetría. Y eso nos lleva al segundo eufemismo. Miren. Asimetría, como se usa estos días, quiere decir que en la Europa del Euro vamos camino de entrar en una nueva fase recesiva, gracias a las brillantes políticas económicas desarrolladas desde 2008, mientras que en otras áreas económicas hace tiempo que no se acuerdan de qué va esto de la crisis. Datos. Si uno toma como base 100 el 1 de enero de 2008, el PIB de Estados Unidos es hoy del 108%, el de la Eurozona apenas alcanza el 95%. Italia y España cerca del 90%. Pero no hace falta ir tan lejos. Si uno compara, con la misma base, la producción industrial de la Europa del Este (no Euro), hoy se sitúa en el 120%. En la Eurozona no alcanza ni el 90%. Y no les deprimo con los datos de España o Italia. Esto sí que es una asimetría estructural.

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